¿Cuántas veces nos hemos visto en la situación de decidirnos, no sin alguna mezcla de dudas y un poco de pereza, a comenzar alguna dieta para adelgazar?
Parece que necesitamos que algo ocurra en nuestras vidas para poder dar ese paso, que suele coincidir con un lunes.
Y eso que ocurre no es más que darnos de bruces con la realidad, nuestra realidad.
Nos engañamos a nosotros mismos, o al menos lo intentamos, pensando que el lunes ocurrirá un milagro y desaparecerán esos 2 ó 3 kilos iniciales, que luego ya nosotros haremos lo necesario para mantener a raya la perdida de peso.
Así pues, como el milagro no llega, buscamos el remedio más “eficaz” y sobre todo, más rápido para lograrlo. Nos ponemos a dieta para adelgazar y perder de una vez por todas ese exceso de grasa que nos hace tan infelices.
Y una vez tomada la decisión, nos lanzamos a ello con la motivación multiplicada y con un vigor que acabará por frustrarnos, porque son muchos los errores que cometemos a la hora de hacer dieta para adelgazar.
Si has intentado ponerte a dieta para adelgazar, quizás te sientas identificado en alguno de los errores más comunes que vamos a repasar:
Basar la dieta para adelgazar en productos light
Los productos light o bajos en calorías solo tienen un 33% menos de aporte calórico y cuando se trata de perder peso, nos lazamos a ellos sin tener en cuenta los demás factores, los consumimos pensando que no engordan cuando la realidad es que debido a esta condición, nos vemos despojados de la culpa por ingerir grandes cantidades de calorías y nos entregamos a ellos con suma complacencia.
Basar nuestras expectativas en unas metas poco realistas
Al principio, y como ya comentaba antes, comenzamos con la motivación por las nubes. Esta motivación rápidamente va descendiendo, y se convierte en frustración debido que no llegamos a los planes que nos habíamos propuesto. No podemos perder en unas semanas lo que llevamos años fomentando. La fisiología del cuerpo humano no funciona así.
Basar la perdida de peso solamente en la dieta para adelgazar
La pérdida de peso depende de muchísimos factores, pero entre los más importantes, destacamos la ingesta de alimentos y el gasto que realizamos a través de nuestra actividad física o práctica de algún tipo de deporte. Basar solamente la perdida de peso en la dieta para adelgazar es un error de libro puesto que solamente estaríamos atendiendo a uno solo de los factores intervinientes.
Restringir cantidades de alimentos
Si bien es cierto que si reducimos la carga calórica que proviene de los alimentos, estaríamos influyendo en balance energético final, este error nos puede llevar a fracasar rápidamente. El organismo en situaciones de privación alimentaria, reacciona y pone en marcha una serie de mecanismos que van a intentar regular esa carencia, provocando más sensación de hambre para compensar esa restricción y reduciendo el gasto para contrarrestar los efectos de la falta de alimentos.
Realizar comprobaciones diarias del peso
La pérdida de peso es algo que se tiene que conseguir de forma lenta y continua, y hay que dar al cuerpo el tiempo necesario para adaptarse a los nuevos hábitos. Querer comprobar los resultados antes de tiempo lo único que provoca es un aumento de la angustia y de la frustración que conducen a una atenuación de la motivación inicial. Además, el cuerpo humano no pesa lo mismo durante todo el día. Hay oscilaciones diarias, semanales o mensuales.
Fijarse solo en el peso que marca la báscula
Quizás este error fundamental sea un poco difícil de asimilar. Sobre todo cuando nos volcamos en perder peso como objetivo final. El resultado del número que marca la báscula es la suma de nuestra masa muscular, de nuestros huesos, de nuestras vísceras, de nuestro agua corporal y de nuestra grasa, tanto visceral como subcutánea. Lo saludable es que se reduzca la masa grasa sin alterar el resto de la composición corporal. Cuando nos proponemos iniciar una dieta milagro y queremos una perdida rápida de peso, estaremos alterando sin quererlo, toda la composición corporal.
Restringir algún tipo o grupo de alimentos en nuestra dieta para adelgazar
Y con esto me estoy refiriendo a los temidos hidratos de carbono. Como dicen los expertos en nutrición humana, no existen alimentos buenos o malos, sino que llevamos a cabo ingesta de patrones dietéticos inadecuados. Los hidratos de carbono están presentes en numerosos alimentos y por lo tanto son muy necesarios para el buen funcionamiento del organismo. Restringir tipos de alimentos, por muy insanos o perjudiciales que parezcan, solo nos va a conducir a aumentar el deseo por ese tipo de alimentos.
No respetar las horas de descanso
La planificación de un buen día comienza la noche anterior. No respetar las horas de sueño necesarias va a condicionar el resto de nuestro día porque con ello encenderemos la mecha para que estalle la impulsividad, las tentaciones y las compensaciones, porque si además estamos en una situación de cambio de hábitos, estaríamos añadiendo más ingredientes para el coctel explosivo final.
Dejarse aconsejar por falsos profesionales
Si a él o a ella le ha servido, seguro que a mi también me funciona. O acudir a cualquier embaucador que prometa pérdida de peso rápida y eficaz. Estos son algunos ejemplos de lo que NUNCA debemos permitirnos. Lo que puede servir en los demás, puede que a mi no me funcione. Cada cuerpo funciona de manera diferente o necesita cosas distintas. En el segundo caso, la falta de conocimientos, y la de escrúpulos a partes iguales, pueden llevarte por un camino que lo que pierdas además de tu dinero, sea tu salud. Los únicos profesionales cualificados para revisar y prescribir unos cambios dietéticos, son los técnicos en nutrición, que se forman a través del itinerario reglado de formación profesional y los graduados en dietética y nutrición humana.
No cuidarse emocionalmente
No cabe duda que nuestra alimentación es una expresión de nuestro mundo emocional. Si hay algo que falla, se verá reflejado en nuestra alimentación. Descuidar este aspecto que tan pocas veces se tiene en cuenta, es uno de los factores principales para no consolidar un cambio de hábitos duradero y saludable. Aprender a entender, aceptar y gestionar nuestras emociones en vez de huir de ellas, es la forma más adecuada de buscar la estabilidad que nos ayude a emprender y mantener cualquier cambio en nuestras vidas. Y de la misma manera que en el punto anterior indicaba cuales son los profesionales de referencia para los asuntos de la dieta, para la modificación de conductas o de comportamientos, y para trabajar dentro del campo de las emociones, que estarían contempladas dentro de ámbito de la salud, mental en este caso, los profesionales de referencia son los psicólogos sanitarios, los psicólogos especialistas en psicología clínica y los psiquiatras.