El nacimiento de un nuevo miembro en una familia genera un impacto emocional y relacional que a menudo lleva a profundas crisis, siendo necesario acudir a terapia de pareja y terapia de familia para que un experto les oriente y acompañe.
Son mucho los factores a analizar para reconocer el verdadero impacto de un nacimiento. Para comenzar, es bueno evaluar el ciclo vital en el que se encuentra la pareja. Muchos problemas de pareja derivados de un nacimiento se pueden explicar si se evalúa el momento en el que se encuentran, no es lo mismo tener el primer hijo que el cuarto, ni es lo mismo tenerlo a los 20 o a los 40 ya que la pareja se encuentra en momentos diferentes, por eso los hijos inesperados suponen un verdadero desafío para la configuración familiar, o los hijos de una pareja joven, dos personas que llevan poco tiempo unidas.
Pero las crisis que pueden verse en una terapia de pareja no solo se explican con esta variable. El proceso de negociación para decidir tener el hijo es clave para evaluar la crisis de pareja. A menudo, por lo que supone tener un hijo, algunos padres no están tan convencidos como otros, ya que su carrera profesional se detiene, o porque no entraba en sus planes tener hijos, o porque estos han sido no buscados. Todo esto es información que el terapeuta de pareja debe saber para comprender como se han establecido los vínculos con el bebé y qué emociones les despierta a los padres. El contexto de un nacimiento es esencial para comprender el vínculo de apego entre padres y el recién nacido.
Hay más factores, por ejemplo, las expectativas que se ponen en la crianza y en el niño. Hay niños que son muy buscados y tardan mucho en llegar, como aquellos que se realizan en clínicas de fertilidad. Es probable que todo ese proceso de espera influya en la construcción de expectativas sobre el embarazo, el nacimiento y la nueva vida con un hijo. También hay, por otra parte, niños que vienen con una etiqueta puesta antes de nacer, sus padres le ponen el nombre de algún familiar concreto proyectando cualidades en él, si este familiar falleció, el niño viene a ocupar su lugar.
Hay que evaluar los factores individuales y los acontecimientos estresantes. Situaciones que ocurren de manera inesperada sin que los miembros de la familia puedan hacer nada y que coinciden con el nacimiento del hijo, proyectando sobre éste la responsabilidad o el impedimento de poder dedicar tiempo a la situación inesperada. Accidentes de uno de los padres en los primeros meses de vida, pérdidas de trabajo, depresión postparto, etc.
Muchas de las consultas que se realizan en terapia de pareja y terapia de familia, vienen motivadas por los problemas que surgen en el entorno familiar con el nacimiento de un nuevo miembro. Hablan de peleas de pareja, celos de los hermanos, reparto de roles, mal comportamiento del recién nacido, falta de sueño. Lo cierto es que tener un hijo es una de las cosas mas complicadas para los miembros de una familia, por eso es esencial analizar todas las variables que intervienen para comprender la crisis de una manera integral.
Eduardo Torres
Unidad de Psicología Familiar